¡Me encanta el ladrillo visto en las casas! Es una cosa que no puedo remediar. Me parece que da muchísima personalidad y que aporta un toque muy sugerente y cálido a las estancias. Mientras voy preparándome para poner un revestimiento de este tipo en mi casa (no es tan fácil, hay que poner una especie de cemento, poner los ladrillos uno a uno, etc. a ver qué nos sale...), sigo deleitándome con imágenes como las de la casa que hoy os traigo.
Una maravilla. Una casa danesa de 75 metros que huye del todo blanco y minimalista (la verdad es que se agradece también cambiar de vez en cuando) y apuesta por los materiales naturales y los tonos marrones. ¿El resultado? Calidez elevada a su máxima potencia. Elegancia. Sofisticación.
No me puede gustar más. ¿Y a ti?
Vía Planete Deco
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