Esta casa sueca de tres habitaciones y 124 metros cuadrados se sitúa en un antiguo taller con ventanas de 3 metros de altura y una luz impresionante. Reformado en 2008, el salón-cocina, con los sofás chester de cuero rojo, los ventanales, el altísimo techo, los muebles antiguos de madera y las plantas crean un espacio informal, agradable y muy acogedor. Me encantaría desayunar en esa mesa de madera una mañana de verano...
O mejor aún, en la terraza...
En el pasillo de la planta de arriba han creado un pequeño espacio de lectura con vistas a la planta de abajo.
Además, en la planta de arriba tienen dos habitaciones: el dormitorio principal con cama de matrimonio (¡preciosa la cómoda blanca!) y un dormitorio que han habilitado como despacho.
¿Qué os parece?
Vía
Decophoto blog
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