Hola, buenos días... Ya estamos en el mes de julio, parece mentira que haya pasado ya la mitad del año...
Hoy pensaba en las paredes de mi casa y en que me apetece colocar una serie de cuadros y láminas que me resultan especialmente atractivas para poder disfrutar de ellas. Pero hacerlo de forma que el resultado sea armónico no es fácil, aquí van unas sugerencias...
1. La forma más sencilla para que el conjunto sea armónico sería ésta: que los cuadros formen parte de una serie con imágenes muy siilares y que, además, las enmarcaciones sean iguales. Imposible fallar.
2. Esta sugerencia sería similar a la anterior pero algo más arriesgada: todas las imágenes tienen en común que son fotos en blanco y negro y que están enmarcadas con el mismo marco negro y sin paspartú. Además, para darle algo más de movimiento se han intercalado tres elementos que rompen la composición: las tres letras. Pero estas letras, además, siguen siendo negras para no romper la monocromía.
3. Esta idea la estoy viendo mucho últimamente y cada vez me gusta más: colocar una pequeña balda que permita apoyar los cuadros que se quieren colocar sobre la pared. La ventaja es que nos permite una composición más informal y dinámica que podemos cambiar siempre que queramos.
4. Esta solución opta por unificar los cuadros pero no al 100% y con menor rigidez. Hay dos opciones para los marcos: en madera clara o en blanco y con mucho paspartú blanco. Los colores de las imágenes son sutiles y suaves. El resultado es impecable y sereno.
5. Esta es la solución más atrevida y difícil, pero cuando se hace bien el resultado merece la pena y destila personalidad a raudales. Colocar cuadros que no tienen nada que ver entre sí, con diferentes tamaños, colores, marcos, paspartús... ¡Imaginación y audacia al poder!
¡Buen fin de semana!
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